lunes, 12 de marzo de 2012

La calle Matamoros.

Diez de marzo del 2012, Mineral de Bustamante, Tamaulipas, México. En mayo 26 de 1749, los pobladores del Real de los Ynfantes le empezaron a dar forma al pueblo que ahora conocemos como Mineral de Bustamante y para los que desconocen la verdadera historia del nombre de Mineral de Bustamante, Tamaulipas, México;  Simplemente Bustamante.

En aquellos años los límites de las calles eran los siguientes: hacia el Poniente, la calle que ahora lleva  por nombre  Guadalupe Victoria, por el Oriente, la calle Hermenegildo Galeana, por el Norte, la calle Josefa Ortiz de  Domínguez y por el Sur, la calle Melchor Ocampo.
No se desconoce que después de unos años de la fundación, las calles estrechas, al fin, coloniales; llevaran otros nombres, por ejemplo la calle Morelos se llamaba Cristóbal Colón, hasta antes de la independencia de México y todavía por muchos años posteriores siguió con el mismo nombre.

La calle Mariano Matamoros, es una de las arterias de la villa de Mineral de Bustamante de Sur a Norte, más derechas, aunque en su momento tenía arroyuelos, pero las líneas de los solares estaban y están en dirección congruente a partir de la calle Juárez hasta la Ignacio Allende. Las autoridades pasadas y las contemporáneas descuidaron la cuestión urbana y dejaron que los vecinos en su mayoría hicieran uso de sus solares sin alinear adecuadamente cuando decidieron mejorar los cercos.

La calle Mariano Matamoros, fue utilizada por la comisión de electricidad para colocar los postes que conducen los cables de  alta tensión y no planearon el crecimiento del pueblo, se considera que por esta calle deberían entrar los vehículos y dar vuelta a su izquierda en la calle Miguel Hidalgo, pero reitero, faltó que los de obras públicas tuvieran más representatividad y saber la importancia de su puesto.

Entre las calles Mariano Matamoros, Nicolás Bravo, Miguel Hidalgo y Benito Juárez, en esa cuadra, vivieron desde los fines de 1890 hasta 1950, la familia Zúñiga Becerra, doña Leonidas y Victoriano Ríos, mas tarde Jesús Rodríguez Martínez, mi abuelo, en el lugar donde vive actualmente Francisco Correa Pérez y su familia. La casa de don Roque Zúñiga Becerra y su esposa Rumualda Ríos Reyna, era desde la calle Juárez hasta la calle Miguel Hidalgo, colindando al poniente con calle Mariano Matamoros y al poniente con su familiar Tomasa Zúñiga Becerra (herencia) y Victoriano Ríos.

Al morir don Roque, la propiedad pasó a su esposa Rumualda y después de 1968, al morir doña Rumualda, el solar urbano quedó en manos de su hija María Ninfa Zúñiga Ríos, después de varios años, le vendió doña María en un precio simbólico a su hijo J. Ascensión Rodríguez Zúñiga, este personaje de los caballos, el laso, la campeada y la agricultura regional, vivió por algunos años en el extenso solar con su esposa, pero una mala jugada del destino y la prestancia del familiar que nunca falta, para desacomodar la carga de la vida, lo arrastró al desencanto y vendió en precio de ganga para algunos y exorbitante para otros, la media cuadra a su estimado y fino sobrino, quien sirvió de mercurio o de prometeo, en sus desgracias.  

El comprador fue José  Refugio Hernández Rodríguez, nieto de J. León Rodríguez Salas y dueño absoluto actualmente del solar que en tiempos pasados fuera de don Roque Zúñiga Becerra, el hombre de las mulas y las espuelas, trabajador hasta hacerse noche y juguetón como el solo, con la garrocha lista para picarle a los burros, caballos, mulas o lo que fuera de sus conocidos,….


Lo importante de la presente, es que ya se está echando la banqueta de la calle Mariano Matamoros hasta la de Hidalgo y da gusto que José Refugio Hernández Rodríguez, se convenciera que había que tumbar los órganos y el junco de más de 70 años de vida, para que luzca muy bien su calle, te felicito Refugio, ojalá y así pensara mucha gente para embellecer su cuadra, su calle, su pueblo.
Res non verba.

No hay comentarios:

Publicar un comentario