Al llegar los primeros
pobladores del paraje conocido como el “Pantanito”, el 19 de febrero de 1749,
encabezados por el señor Nicolás Antonio
Santiago del Castillo y 24 familias procedentes de la jurisdicción de Charcas,
San Luis Potosí, autorizado por el
coronel Don José de Escandón, colonizador del Nuevo Santander. No encontraron
el espacio necesario para establecerse definitivamente en el citado lugar.
Fue el 26 de mayo del mismo
año, cuando por indicaciones del coronel Escandón, se cambiaron de lugar y
fundaron definitivamente la villa de “Real de los Ynfantes”, en el lugar que
ahora conocemos y que por cierto pertenece a la vida colonial.
Es de entenderse, que unos
meses antes de cambiarse del “pantanito”, ya el capitán Nicolás Antonio
Santiago del Castillo y sus hermanos, habían ubicado el lugar más seguro en
todos los aspectos para establecer la población y que las primeras medidas para
fundar la villa del “Real de los Ynfantes”, fue la plaza principal, pues de ahí
partirían las líneas de las calles al repartir los solares, según expresa el
Lic. José Osorio y Llamas, en su visita del 5 de diciembre de 1768. “Se repartirán los solares, dando a cada
vecino el suyo con veinte varas de frente y cincuenta de fondo, sin excluir el
beneficio, que tengan hecho y siendo necesario los sorteará, y todos deben
seguir el orden de calles que salgan de la plaza; concluida la posesión
remitirá testimonio que la acrediten en el termino dicho”.
En los tiempos de la
colonia, las calles se autorizaban con una amplitud de 12 varas, (ancho). Por
lo tanto la plaza principal o de armas, data del 26 de mayo de 1749, en ella se
han realizado varios acontecimientos históricos como:
La primera concentración de
toda la población el 19 de agosto de 1757, por el capitán don José Tienda de
Cuervo, en la visita general realizada por mandato superior.
En ella se reunieron los
pobladores para saber las nuevas de la independencia de México en 1910.
Durante el mes de noviembre
de 1876, en ella se reunía la población, para saber de los acontecimientos de
las pugnas internas de los seguidores del Plan de Tuxtepec, encabezado por el
Gral. Porfirio Díaz, pues los bustamantenses: Tiburcio Ruiz y Miguel Trejo,
apoyaban este movimiento y participaron directamente en la “Batalla de las
Antonias, municipio de Bustamante, el 18 de noviembre de 1876”, donde salió
triunfante el general tamaulipeco
Servando Canales Molano a favor de Porfirio Díaz.
El año de 1911, por el mes
de mayo, llegó hasta este lugar el profesor y general Alberto Carrera Torres,
con su gente en plena “Revolución Mexicana”.
El 5 de mayo de 1995, en la
plaza principal, se reunió gran parte del municipio, para recibir al gobernador
Manuel Cavazos Lerma, quien vino a inaugurar la pavimentación de la carretera
Capulín-Bustamante, anhelo de toda la ciudadanía.
Monumentos:
Durante muchos años, no se
contaba con monumentos importantes, se puede asegurar que la plaza lucía como espacio baldío, de hecho, tenía algunos escalones por
la parte más alta, frente al domicilio de don Jacinto Trejo Hernández lado sur
y guarda ganado en la esquina de la
parroquia, mientras que en las aristas del lado poniente, lucían puertas de
molinillo o de golpe.
También estuvo cercada con
alambre de púas para resguardar los árboles pequeños que ahora tienen 70 años,
pues fueron plantados por el señor Gonzalo Hernández Pérez en 1943, por
indicaciones del presidente municipal señor Pedro Correa Pérez, después de 1960
le dieron las autoridades municipales otro rostro.
Profr.
Y Gral Alberto Carrera Torres 1887-1917.
Durante el año de 1970-1971,
se organizaron maestros, alumnos, padres de familia y autoridades municipales, para
mandar construir y colocar el primer monumento importante en la plaza, el
mascarón del profesor y general Alberto Carrera Torres, importante
revolucionario nacido en Mineral de Bustamante, Tamaulipas, el 23 de abril de
1887 y vigente en las luchas armadas de 1911 a 1917, inaugurado el 16 de
febrero de 1971, carátula realizada por el escultor Omar Galán y el trabajo de albañilería
dirigido por el señor Juan Verber Nava. En ese entonces el presidente municipal
era el señor Adelaido Barrón Llamas.
Monumento
al Lic. Benito Pablo Juárez García.
Al celebrarse el primer
centenario de la muerte del Lic. Benito Juárez García en 1972, el gobierno
federal, promovió que se hicieran homenajes y se colocaran monumentos alusivos
al “Benemérito de las Américas”, fue así como durante la administración 1972 –
1974, dirigida por el señor Dionisio Rocha Cedillo, se instaló en la plaza el
segundo monumento aunque muy pequeño del Lic. Benito Juárez García, mismo que
aún se encuentra en pie en la misma.
Para dejar constancia a toda
la ciudadanía en general, durante la administración de 1993 -1995, a cargo del
señor Juan Verber Nava, se realizó la placa conmemorativa de la fundación del
“Real de los Ynfantes” de aquel 26 de
mayo de 1749. La placa se hizo en la cancha, participando en ella el Lic.
Martín González Tejada, el cronista municipal y alumnos de la primaria general
Alberto Carrera Torres, quienes fueron a juntar piedritas al arroyo publico
dirigidos por su maestra, después se colocó con ayuda del personal de la
presidencia en el lugar donde se encuentra.
El último monumento
conmemorativo de gran relevancia, pero que valoran poco, es la placa alusiva a
la fecha de fundación de la villa y todos los primeros pobladores, es única en
su género en todo el estado y fue develada en la gestoría 2005- 2007, del
ciudadano Julio Torres Torres.
La plaza principal o de
armas, no tiene algún otro monumento por falta de visión, aunque durante el
porfiriato, tuvo un kiosco modesto, según refería el revolucionario don Pedro
Trejo Hernández y la villa contaba también con su plaza de toros, muy cerca de
la casa del señor Rodrigo Becerra Serna.
El
grafitis, es por falta de vigilancia y llamar la atención, adecuadamente.
En la plaza, principal, de
armas, Hidalgo o de la Independencia, se celebran los bailes de la fiesta más
importante del pueblo, en honor al patrono del lugar, “San Miguel Arcángel”, el
29 de septiembre de cada año a partir de su fundación 1749.
Alguna
vez, don Higinio Rodríguez Castillo, barrió la plaza.
Conclusión: En
tiempos pasados tuvo unas bancas donadas por algunas familias, según la leyenda
que tenían en el respaldo, después arreglaron la plaza y colocaron las que
ahora se conocen, pero el tiempo ha cobrado su costo y la niñez, juventud,
ciudadanía y autoridades recientes, no las valoran lo suficiente a tal grado
que ya quedan muy pocas y en muy mal estado.
Proteger
las jardineras y monumento.
Tengo conocimiento que en
estos días por indicaciones del presidente municipal, (Salvador Díaz y Juan
Rodríguez, están reconstruyendo algunas del mismo tipo y es bueno, pero la
realidad es otra.
Unas
bancas duraderas.
Ya es tiempo que la plaza
luzca bancas propias de un lugar de recreo al estilo centro del país o de la
ciudad de Tula, Victoria, etc. Que rompan con lo tradicional y le den vista a
la plaza principal.
Nada
cuesta, cuando se quiere, tener una plaza arreglada.
Lo mismo los jardines, deben
protegerse con barandales coloniales, modernos, hacer una cisterna para regar
las planta, podar los árboles a un buen nivel,
que no representen peligro alguno para los niños, adultos y ciudadanía
en general, que pongan personas que les gusten las plantas, con iniciativa y si
no hay quien le entre, pueden buscar las autoridades presentes y futuras a unas
mujeres que quieran tener la plaza llena de plantas, flores (que les paguen
como empleadas municipales) y como responsables de la limpieza de la misma,
seguro estoy que en poco tiempo tendremos una plaza digna para los visitantes y
el publico en general.
Esto
debe evitarse.
Agregando un velador
permanente, para que los que les gusta el zacate, no entren o utilicen los
jardines extensos como revolcaderos. Res
non verba.
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